domingo, 10 de febrero de 2013

Bodas de Sangre

Unas palabras de Flor Núñez a propósito de este montaje… En una oportunidad, el profesor Eduardo Calcaño, quien me adiestro en vivir el teatro, a quien tanto debo por ello, me dijo: “Flor, nunca dejes el teatro… el teatro necesita de ti y tu de el”. El teatro es mi vida, mi pasión, hoy pienso que al teatro le hace falta gente que lo quiera, lo defienda, igual que a nuestra Venezuela. Se que lo que he aprendido en este hermoso e inesperado camino, no me lo llevaré a ninguna parte y es mi satisfacción brindarlo a quienes lo necesitan, gente con ganas de aprender y mejorar; mis alumnos. Gente maravillosa que carga su talento y sus ganas de triunfar a cuestas, y muchas veces no logran canalizar sus deseos de crecer cada día más como actores profesionales, en este difícil arte de decir la verdad a través de la mentira, o la mentira a través de la verdad. En mi opinión, es necesario entender que hay que formar a los actores como seres integrales; no en una disciplina específica, llámese teatro, cine o televisión, el actor debe ser un compendio de talento y técnica que sea capaz de presentarse en el medio que sea, dominando las técnicas en cada uno de ellos. Fue así como en el año 2006 comenzamos a navegar en este barco cargado de sueños. Algunos se han ido, muchos se han agregado y hoy se que estos actores logran con su esfuerzo superarse a sí mismos, y esa es nuestra idea principal. Como actriz, sé que el mayor premio para un talento emergente es montarse en las tablas y compartir con sus maestros el inicio de sus vidas dedicadas al arte, la comunicación y la expresión. Comenzamos nuestro trabajo con “Los Árboles Mueren de Pie” de Alejandro Casona con la ayuda de nuestro profesor Roberto Colmenares y ahora llega el momento indicado para presentar de la mano de nuestro admirado, talentoso y creativo director José Jesús González, el estreno de “Bodas de Sangre” de Federico García Lorca. Las razones sobran, una de ellas, la importancia de este poeta del teatro en la literatura de habla hispana, otra, la gran admiración que sentimos José Jesús y yo por este teatro lorquiano de sangre, cuchillos, amor, poesía y pasión; desde la Zapatera Prodigiosa, Mariana Pineda y ahora Bodas de Sangre, el honor y el placer de interpretar a sus heroínas ha sido determinante en mi vida profesional, solo espero seguir siempre en los caminos de poesía y arena de este dramaturgo insigne, mil veces presentado y mil veces admirado. Dios me guía y ha sido maravilloso conmigo, en el duro aprendizaje de la vida fue capaz de regalarme el amor de mis dos maravillosas hijas, unas sensibles y talentosas actrices, del mismo modo puso en mi camino otros hijos y grandes amigos para siempre, en Venezuela, Miami y Puerto Rico, mis talentosos y agradecidos actores, fieles amantes del aprendizaje y del arte escénico. A ustedes que me han dado su aplauso en cada interpretación, a mi familia, encabezada por esa madre maravillosa “Elisenda” que Dios me regalo y ahora Madrina de este montaje y de este grupo; a José Jesús por su talento y amor al teatro, a mis entrañables Olga, Leo y Juan Carlos, además de alumnos, productores, a mis hijas amantes de la actuación, a mis alumnos de antes, ahora y siempre, deseándoles una carrera exitosa llena de entrega y profesionalismo, a mis amigos, al hombre que amo y me motiva, les dedico este montaje para que todos podamos disfrutar de esta obra maravillosa y de la poesía lorquiana, tan necesaria en estos tiempos en donde más que nunca debemos luchar por defender el buen teatro que nos dignifica y la libertad que nos permite expresarnos y ser libres.


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