“Un Asunto de Mujer” es una comedia
romántica que pretende, con un lenguaje claro, sencillo, directo y sin
rebusques, arrancarle algunas sonrisas, llegarle a lo más hondo de su
corazón, y hacer que broten algunas de esas lagrimitas sueltas que todos
los seres tenemos por allí, a veces muy escondidas. Y aunque el título
diga que se trata de “Un Asunto de Mujer”, la verdad es que es una obra
que interesará tanto a los hombres como a las féminas. En definitiva,
para qué engañarnos; casi siempre los “asuntos de mujer” tienen que ver
con algún hombre, ¿O no? Para ser más precisos el autor debió titular su
obra como “un asunto de pareja”. Por eso, estamos seguros que al dejar
sus butacas, cada hombre o mujer, se llevará consigo una lección de
vida… sentirá un soplo de optimismo y verá que las cosas, por lo
general, no son como creemos que son…Son como las hacemos. En la medida
que vamos creciendo, la vida va adquiriendo la forma de las decisiones
que tomamos; y no hay decisiones sin consecuencias. Quienes tomen la
decisión de ser espectadores de esta emotiva y fascinante obra, tal vez
quieran verla más de una vez, porque es difícil resistir a su encanto y
al encanto que ponen en escena los dos protagonistas, que por encima de
las buenas o malas decisiones que toman, del buen o mal manejo de los
conflictos que hacen como pareja, entienden que el amor no sólo es
posible sino que es el oxígeno de la vida. Entienden que sin amor la
vida dejaría de ser vida; sería simplemente respirar y ninguna otra
cosa. Algo muy cercano a la NADA. Sencilla, para ser entendida y
digerida por todo tipo de público, con una puesta en escena nada
pretenciosa, pero que divierte sanamente, que nos alborota los
sentimientos y nos reconcilia con la vida y el amor, (amor con defectos,
tal vez, pero amor al fin), “Un Asunto de Mujer
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